lunes, 9 de diciembre de 2013

Actividad práctica 4: Riesgos en la red

PRIMERA PARTE

Análisis del riesgo:

La Ciberadicción o trastorno de adicción a Internet (IAD en siglas inglesas) es el uso excesivo, problemático o patológico de Internet, a través de diversos dispositivos que interfiere en la vida diaria.
Sobre este riesgo existe una actual disputa sobre si considerar la “adicción a Internet” una adicción propiamente dicha.
 El término  “adición a internet” fue supuestamente creado por el psicólogo Ivan Golberg en 1995, en una broma. Sin embargo en esta era donde el Internet estaba dando sus primeros pasos era de esperar que no fuera contemplada esta idea, ni siquiera en su ironía.
Dieciocho años después, y a pesar del rechazo de la comunidad internacional a su existencia, hecho que se muestra en el nuevo manual de DSM –V, donde  no está recogida esta adicción y se define como patología  a revisar, se han abierto las puertas de varios lugares destinados a la “desintoxicarse de Internet” Son ejemplos de ellos un hospital en Bradford (Pensilvania) que trata a ciberadictos con un tratamiento con un coste de 14.000 dólares.
La psicóloga de este proyecto, Kimberly Young, argumenta que “El mayor problema que tienen estos enfermos es el tiempo que pasan usando Internet. Existe una gran diferencia entre aquellos que a pesar de depender de la tecnología son capaces de encontrar un equilibrio con su vida y aquellos que son incapaces”
Hace un año, en 2012 Australia añadió esta adicción a su Manual de Psiquiatría tras advertir un aumento potencial en su uso. Argentina, en la época del cibercafé y el counter strike recibió un importante incremento de consultas sobre el tema. La directora de un centro argentino especializado en la “ciberdependencia” expresa: “Como toda adicción, Internet puede ser el detonante de otros problemas (depresión, ansiedad, ludopatía). El uso excesivo puede vincularse con la calma de un malestar. Alivia, pero después vuelve a molestar y entonces se genera la tolerancia: necesito aumentar el uso para lograr el mismo efecto”
Observados estos hechos, es obvio que existe un problema vinculado a Internet donde sea considerado adicción o no, está afectando a la gente. Hemos experimentado en nuestras propias carnes que la adquisición del Internet en nuestras vidas nos ha hecho variar nuestras tareas.
Ya sea por las redes sociales, por los juegos on-line, por los foros… o por cualquier otro elemento que recoge internet, nuestra vida se ha acostumbrado a su uso continuo y constante.
Sea o no adicción es un hecho que el uso de Internet entraña ciertos riegos para la persona, que además son característicos a ciertas edades.  Para los menores existe los inconvenientes generados por los juegos y el “civerbullyng”, en la adolescencia crece la dependencia a las redes sociales, y en los adultos, la pornografía y el casino virtual.
Como todas las tecnologías emergentes, con el Internet ha crecido una patología asociada, pero no se puede negar que exista un peligro con el sobre uso de Internet.
Ya sea por las dolencias físicas que puedan ocasionar tras un largo periodo, o por los problemas psicológicos, como la exclusión, es un  hecho que se debe controlar.
Los profesores y padres en concreto deben estar atentos y tomar ciertas precauciones para que los jóvenes no accedan a internet de manera descontrolada.
Debemos educar a los niños para que sepan que pueden acceder a Internet, pero sin que haya un uso compulsivo. Los niños deben jugar y experimentar, y en esta época no pueden excluir las tecnologías de su vida, pero debemos procurar que no sean las únicas experiencias que prueben en su formación.

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